(Dirigido por Ingmar Bergman – Suecia 1947)
Johannes es un joven marinero que tras 7 años en la mar regresa a aquella ciudad en la que alguna vez conoció lo que era el amor. Aquel sitio donde vivía ella: Sally.
La historia de Johannes (Birger Malmsten) se inicia en un barco. Desde niño vivió en uno de tipo salvamento (rescatista). Ahí ayudaba a sus padres en los trabajos diarios. Es en los años entre la niñez y la pubertad que se le forma una leve joroba, la cual le provocaba inseguridad, más aún, cuando su padre, el capitán Blom (Holger Löwenadler) se burlaba de él a causa de esta. Con el paso de los años esta relación de amor-odio con su padre se intensifica con dos características: Johannes quedándose callado y guardando rencor ante las mofas de su padre, en tanto que el capitán Blom considerando a su hijo un sujeto débil.
Es alcanzando la mayoría de edad que Johannes, en sus pensamientos, llega a considerarse un monstruo que no va ser capaz de ser querido por ninguna mujer, menos por una hermosa. Hay algo bueno a favor de Johannes, tendrá ese defecto físico pero es un corajudo que no se rinde y tiene bien puesta su meta: ser capitán de barco en un futuro.
Una mañana de verano llega al barco el Capitán Blom con una muchacha. La presenta a sus empleados y finalmente al jorobado Johannes. Aquella mujer se llama Sally (Gertrud Fridh) y es una bailarina de la ciudad, dueña de un cuerpo de infarto, es la última conquista de Blom. Johannes la mira con timidez, contempla la lozanía de su rostro, los recovecos de su silueta. Le da cólera que su padre lleve a una “mujerzuela” a su barco en la propia cara de su madre (Anna Lindahl).
Sally es una mujer a la que le interesan los hombres por su riqueza, nada que ver con pobres y mucho menos con esa palabra “amor”. A Johannes lo ve inicialmente como él mismo se define: un monstruo. Los hombres la podrán complacer en sus caprichos pero ella se siente realmente sola, vacía y triste. Johannes que también se ha sentido solo toda su vida, decide un día hacerse amigo de ella. Este es sólo el inicio de una historia de amor.
¡Grande Bergman! Que director tan hábil para mostrar historias de la vida y enganchar al espectador hasta el final, con buenos diálogos (magistrales), actuaciones estupendas y por la manera de hacer los enfoques a los rostros de cada actor, mostrando todas sus emociones. Definitivamente uno de los mejores directores de la historia del cine, sin lugar a dudas.
“Barco a la India” nos muestra a un hombre que regresa al pasado (a través de los recuerdos, yendo físicamente a su pueblo de origen) para solucionar su presente y futuro. Este hombre tiene un pasado tormentoso del cual quiere liberarse y piensa que la única forma es enfrentarse a él. Al igual que el filósofo griego Sócrates, Johannes quiere ser una mejor persona, por lo tanto no le interesan las riquezas ni fama ni honores. Se concentra más en dar lo mejor de si, en compartir, en hallar la verdad de su vida para ser feliz. De esta forma Johannes va hallando respuestas para sus preguntas existenciales, sobre todas las referidas a la parte afectiva y emocional.
Finalmente quisiera agregar estas palabras del filósofo Plotino: “Regresa a ti mismo y examínate… elimina lo superfluo, endereza todo lo que sea tortuoso, limpia todo lo que esté oscuro, abrillántalo y no ceses de esculpir tu propia estatua hasta que aparezca en ti el divino esplendor de la virtud. Hasta que veas la sabiduría en pie sobre su sagrado pedestal”.
Luis Piccirilli dice
Una obra de arte es este film. Gracias David!
David Cotos Espinoza dice
Luis realmente estamos ante una de las mejores películas de Ingmar Bergman. Que director para compartir tanta sabiduría en sus filmes. Saludos y gracias por tu visita.
Wílliam Venegas dice
Saludos. Me gusta su blog, no solo por lo enriquecedor que es, sino también por su presencia física tan agradable y fácil para leer. El cine es un fenómeno maravilloso, donde también existen los «churros» (cine malo), pero da lugar a la expresión maravillosa como la que usted plantea aquí: el gran Bergman. Lo invito a que visite mi blog y se apunte como seguidor para quedar enlazados. Gracias. El enlace es:
http://lahuelladelojo.blogspot.com
David Cotos Espinoza dice
Gracias por tu visita William y tu invitación. Saludos.
Cristina dice
Hola David! te felicito por el sitio, es hermoso y muy bien planteado como acostumbras a entregar tus post.
Perdona la demora en llegar, ciertos problemas personales me tienen un poco ausente ultimamente.
Mucha suerte, llevo el enlace a mi blog, abrazos.
PD: la reflexión final es maravillosa.
David Cotos Espinoza dice
Muchas gracias Cristina. Saludos.
Margari dice
Fantástico final para esta magnífica entrada! Y una película de Bergman que tengo aún que descubrir. Y seguro que lo hago pronto, que me dejas con ganas.
Besotes!!!
David Cotos Espinoza dice
Margari ya es momento que la descubras entonces. Besos para ti.
Marilyn Recio dice
Te felicito por tu blog! Como siempre maravillosa critica. Me encantaria ver esta pelicula.
Un abraXo!
David Cotos Espinoza dice
Es una muy buena recomendación Marilyn. Gracias por tu visita. Saludos.
Yurena Guillén dice
Una de las primeras películas de Bergman. Un buen principio para una larga carrera. Una cinta casi épica. El delirio, la embriaguez y el mar. Fantástica.
David Cotos Espinoza dice
Si Yurena, una de las primeras películas de Bergman. Sorprende tanta madurez en esos primeros filmes, demostrando ya esa genialidad desde el inicio de su carrera. Saludos.
Raquel dice
Felicidades David. Un blog excelente!!!
Gracias por tus palabras en Collar de ámbar. Un abrazo.
David Cotos Espinoza dice
Gracias Raquel. Saludos.
carlos augusto pereyra martínez dice
Lo confieso: siempre que veo esta película, me impresiona el manejo de la cámara: intimista, a pesar de la externalidad de las escenas, destacando en ´primeros y ´primerísimos planos, a esta bella mujer, Sally. Un abrazo. Carlos
David Cotos Espinoza dice
Exacto, el manejo de cámara en esta película es impresionante. Y mira que es el año 1947, que talento el de Bergman. Un genio de genios.
abuela frescotona dice
todas sus películas tienen algo de nosotros, los espectadores que nos vemos en sus emociones, saludos querido amigo