Mi nombre es Khan (My name is Khan)

(Dirigida por Karan Johar – India 2010)

En el mundo existen dos tipos de personas. Las buenas que hacen el bien. Y las malas que hacen el mal. Esa es la única diferencia entre los seres humanos. No hay ninguna otra.

Rizvan Khan (Shah Rukh Khan) es un joven que sufre del Síndrome de Asperger, el cual, es un tipo de autismo por el cual se odia el color Amarillo y los sonidos agudos, además del miedo a los lugares nuevos y gente nueva. De niño, su madre (Zarina Wahab) formó en él valores para la vida, le enseñó que el mundo se divide entre los que hacen el bien y los que hacen el mal, que no hay más diferencias. En esos años Rizvan logra sobrellevar el bullying que le hacen en el colegio, además de la envidia de su hermano Zakir (Jimmy Shergill) por causa de las habilidades que tiene para reparar aparatos electrodomésticos.

Cuando los hermanos Khan son mayores, Zakir se va a estudiar a los Estados Unidos y luego forma una empresa de cosméticos que tiene éxito. Rizvan es el que luego emprende el viaje hacia América con miedo por todo lo nuevo que va encontrar.

Zakir le da un empleo de vendedor a Rizvan y todo parece marchar encaminado, cuando de pronto, el amor se cruza en la ruta de este último. Una mañana que Rizvan intenta cruzar una pista, conoce a Mandira (Kajol), una mujer dueña de una belleza implacable, una sonrisa antológica, una mirada templada y una línea de cuerpo airoso. Rizvan, que es un tipo sincero, en su primer diálogo con ella se describe como es, nada de mentiras, se muestra tal cual. A Mandira le sorprende encontrar un hombre así, que va de frente con la verdad. Para ella que es madre soltera, le resulta complicado enamorarse pero algo grande tiene a su favor Rizvan, es un hombre bueno.

El amor florece entre los dos, sin embargo una desgracia está por ocurrir. Es en estas instancias que todas las enseñanzas que aprendió de su madre salen a relucir en Rizvan.

“Mi nombre es Khan” tiene un argumento que nos atrapa de principio a fin. Contada en presente, con flashes del pasado, nos va conduciendo por una historia de auto superación y de amor. El personaje no quiere cambiar el mundo, lo único que quiere es mostrar que el amor es el camino, para hacer de la tierra, un mejor lugar para vivir. Que gran acierto es la elección de Shah Rukh Khan como el personaje principal, borda su papel de una manera creíble: el idealista que busca hacer el bien sin mirar a quien. Si bien la película tiene un excelente inicio, la última hora del filme es la más potente y explica todos los misterios en torno al presente del personaje. La banda sonora es una delicia para los sentidos.