(Dirigida por Roberto Gavaldón – México 1947)
En ninguna cosa la infidelidad es más innoble y repugnante que en el amor.
Kiekegaard
Antonio Ituarte (Arturo de Córdova) tiene un matrimonio feliz, a los ojos de todos, con Elena (Rosario Granados). Es solo una apariencia la que brinda a los demás, en realidad él ama a su amante, esa mujer de una belleza imponente llamada Raquel Serrano (María Félix).
Lo de Antonio con Raquel se basa en desconocer el pasado de cada uno, de esa forma no hay reproches ni nada que pueda arruinar esos besos intensos, esas caricias a flor de piel, esas miradas que parecen desbordar, esos pensamientos llenos de lascivia.
Pero no se puede ser amantes a largo plazo, eso lo sabe Antonio, quizá lo mejor es terminar. Además su mujer se encuentra mal de salud, para que seguir complicándose la vida. Sin embargo ese fuego que hay con Raquel no es fácil de apagar.
Antes de entrar de lleno a hablar sobre el filme, solo me queda decir que guapa que era María Félix, su rostro es para componer uno y mil poemas. Volviendo al artículo, “La diosa arrodillada” nos cuenta una de las tantas historias de triángulos amorosos vistos en el cine, solo que hay un detalle: los dos actores principales son Arturo de Córdova y María Félix. De arranque uno siente que hay química entre los dos, deseo, se besan con muchísimas ganas. Hay dos intervenciones secundarias que bordan muy bien sus papeles, se trata de Fortunio Bonanova que interpreta al “aprovechador” Nacho y Carlos Martínez cuyo rol es el del mayordomo leal de la familia Ituarte.
Gavaldón una vez más acierta con el clima asfixiante de varias escenas y las pistas que va dando poco a poco para generar el suspenso y mantener el interés de los espectadores, produciendo un final inesperado.
Lola dice
Hola, ésta era una de las películas preferidas de mi madre q.e.p.d., a ella le encantaban estos dos artistas.
De María Felix leí una vez en una revista de los años 50 esta frase, que se me quedó grabada: No hay dos actrices que levanten oleadas de envidia como María Felix y Rita Hayworth.
Feliz navidad,aunque con un poco de retraso, y espero que el nuevo año te sea de lo mejor.
Saludos,
mari-pi-r dice
Hace poco que estuve en México y por las noches intentaba ver películas antiguas mexicanas entre ellas las de Roberto Gavaldón.
Un abrazo.
Margari dice
Voy a tener que buscarla y verla, que me has dejado con auténticas ganas.
Besotes!!!
Maria dice
La vi hace dos días, soy fanática del Cine Argentino, y pude ver films que hizo Arturo de Cordova en dicho país, pensé que el Cine Mexicano me sorprendería gratamente. No me gustó el argumento, me pareció casi estúpido eso de amar a un hombre porque se supone que mató por otra mujer. La actuación de Arturo de Córdova está acotada al pobre argumento, y María Felix, de la cual sólo tenía referencias me resultó un fiasco comparada con otras actrices de la época, los vestidos que lleva son vulgares, en la escena del show no baila, no canta, no tiene gracia, y la canción elegida es espantosa. Leí por ahí que la película era atrapante, enigmática, de suspenso y hasta la catalogaron de film noir, está lejos de todo eso, quieren enigmas con Arturo de Cordova, vean Fascinación. Film noir, Los Tallos Amargos. Cariños..
Rodrigo dice
A mi nunca me gustó María Felix como actriz, no cantaba, no bailaba, había otras actrices mucho más bellas que ella en esa época como Elsa Aguirre y Dolores del Río. Y no eran así de antipáticas como esa señora que particularmente me parecía odiosa y soberbia. Francamente no hay ninguna película de ella que me haya gustado.