Scarface

(Dirigida por Howard Hawks y producida por Howard Hughes – Estados Unidos 1932)

«The World Is Yours»

Esa frase es quizás la más representativa del cine clásico estadounidense. Y como no, de la mano de uno de sus grandes mentores, pioneros y máximos exponentes, quizás el máximo exponente incluso, Howard Hawks. Su primer obra maestra, su primer pieza merecedora de aplausos infinitos y de un gran número de rosas.

La cinta comienza con una conversación coloquial entre 3 sujetos en un restaurant, donde ya sin gente dentro, cerraba sus puertas lentamente. En esto, sucede un asesinato. El primer sospechoso es Tony Camonte, un pistolero de origen italiano, ignorante, de una personalidad fría, ambiciosa y severa. Tony era la mano derecha de aquel hombre asesinado, Louis Costello. La policía basaba sus sospechas en que Tony había sido visto rondar el barrio de Johnny Lovo, quien acechaba a Costello y a su poderío frente a la zona sur de aquella ciudad. Prontamente Lovo, tras la muerte de Costello, tomaría como suya la zona sur, con Camonte como mano derecha y segundo al cargo. Pero esos no eran los únicos planes de Tony Camonte, quien aspiraba a mucho más que distribuir cerveza en aquella sequia alcohólica que rondaba todo Estados Unidos. El y su amigo, Guino Rinaldo, tenían propósitos ambiciosos, y brevemente Johnny Lovo comenzaría a ser un estorbo en sus proyectos.

Paul Muni interpreta a Antonio ‘Tony’ Camonte, mientras que los papeles principales se dividen en George Raft personificando a Guino Rinaldo, y a Ann Dvorak como Francesca Camonte, hermana de Tony.

La obra es la excelencia del cine negro. Es la máxima aspiración que puede tener una película cuando la trama pertenece a aquel género. Scarface es simplemente superior a cualquier otra película sobre mafia, gánster o criminales. Contextualizada de una manera soberbia, con tintes cómicos y satíricos. Un guion genial pero sin sobresaltar, con ligeros toques profundos como el ya mencionado ‘The World Is Yours’. Perfectamente adaptable a su época y a la ley seca que azotaba Estados Unidos por aquel entonces. Con una dirección prolífica, y un Howard Hawks mas que esplendido, visionario. Las actuaciones son oníricas, en especial la actuación de Paul Muni. ¿Cómo es posible que el reparto actoral de las películas de la década del 30’ sean totalmente superiores a la de hoy en día?, la expresión, la textura, la gracia. Todo cambio, y para mal.

Es una lástima que haya gente que no sepa que la Scarface de De Palma es solo una remake, que no le llega a los talones a la de Howard Hawks. No por De Palma y Al Pacino, que hicieron un trabajo genial, sino que Hawks y Muni en esta obra estuvieron simplemente más allá de lo real.

Es imposible no ver Scarface, la real Scarface, y no sentir que se está viendo cine, cine real y puro. ¡En especial los últimos 30 minutos!, ¿alguien quiere saber qué es el cine negro?, ¿resumir toda la historia cinematográfica estadounidense en escasos minutos?, todo eso puede pasar en aquellos últimos 30 minutos. Todo lo que quieras puede estar ahí.

Howard Hawks es el mejor director de cine de todos los tiempos, y en esta pieza lo comienza a demostrar. Visionario y maestro en todas sus obras.

Información del Autor: Ash Lorenzen, cinéfilo, cineasta, crítico y autor. Idealista del cine en todas sus facetas, la escritura, la pintura y la música. Imperfecto, autodidacta, ambiguo y perfeccionista. Aficionado a las pinturas de Van Gogh y Monet, la literatura de Rimbaud y Casona, las cintas de Kubrick, y la atmósfera de The New York Dolls. Cursó seminarios de arte, pintura, actuación y literatura francesa. Su blog “She turns me on and all my violence is gone” reseña y aprecia obras relacionadas a la cinematografía y a sus autores. Produciendo e idealizando su próximo proyecto cinematográfico, y en proyecto de publicar su primer novela.