(Dirigida por Eliseo Subiela – Argentina 2008)
Eloy (Leandro Stivelman) tiene varios trabajos, el más conocido es el de repartidor de lápidas para el cementerio cercano en el que vive. A raíz de la muerte de su padre comienza a sufrir de sonambulismo y también de ver al finadito muerto. Su hermano piensa que anda en drogas pero él afirma tajantemente que no. Es producto de ser sonámbulo que conoce a Elvira (Antonella Costa), una joven muy sensual que vive cerca de su casa. Entre ambos entablan una química inmediata que los lleva a explorar todas las posibilidades que el sexo puede ofrecer. Ella es la maestra, él es el aprendiz. Nuestro amigo Eloy se enamora pero Elvira ¿?…no necesariamente. Me gusta el final de la historia.
El filme de Eliseo Subiela es poesía pura, de esas a las que nos tiene acostumbrado. La recomiendo para reflexionar muchos temas acerca de hacer el amor. La carga erótica del filme es bien llevada por los dos actores principales: Leandro Stivelman y Antonella Costa.
Recomendada para noches como la de hoy y para los amantes del cementerio La Recoleta en Buenos Aires.
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