(Dirigida por Joachim Rønning y Espen Sandberg – Noruega, 2012)
“Cuando emprendas tu viaje a Ítaca,
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias…”
Parece inevitable no recordar estos versos de C.P. Cavafis cuando la película termina y se encienden las luces de la sala.
Cuenta la historia cómo al descubrirse que los predecesores de los incas y los antiguos habitantes de ciertas regiones de la Polinesia adoraban a un mismo dios solar, llamado Kon-Tiki, pudo deducirse que los primeros pobladores de las islas del Pacífico fueron americanos en los tiempos preincaicos. Cuando algunos investigadores objetaron que en aquella época remota, los aborígenes peruanos sólo poseían balsas con las que resultaría imposible cruzar el Pacífico, un aventurero, un soñador, un loco, demostró al mundo en el año 1947 la exactitud de esta hipótesis construyendo una balsa, fiel imitación de los modelos originales, y viajando a lo largo de casi 7000 kilómetros durante 101 días. Fue así como un 7 de agosto y con la ola número 13 llegaron al arrecife de Raoia con todos sus tripulantes a salvo.
“Los hombres primitivos no veían el Océano como una barrera sino como un medio de comunicación” dice Thor Heyerdahl (Pål Sverre Hagen) líder de la expedición y protagonista del film, un prometedor actor noruego que vimos en Max Manus: Man of War (2008) o Troubeld Water (2008) y que podremos ver en Ragnarok (2013) abordando la mitología nórdica. Como compañeros de travesía reúne a los mejores perfiles: el artista, el científico, el guerrero, el hombre de Fe, el juglar… todos, sin duda, magníficos, en sus diferentes rolles, homenajean a la perfección aquel documental de los años 50 ganador de un Oscar. Y en la trastienda emocional de cada uno de ellos: secuelas de la guerra, fracasos profesionales, rupturas amorosas, inquietudes y soledades.
En definitiva, Kon-Tiki con una estética cuidada al detalle, suma todos los ingredientes de su género, esas historias imaginativas y lúcidas que aún hoy nos fascinan, acaso porque nos empujan a “salirnos del guión” en busca de un destino que no está escrito, acaso porque nos hacen sentir nostalgia de tiempos pasados que consideramos terribles y a la vez grandiosos. Sea como sea, ese exceso de coraje que presentan sus protagonistas se transforma en experiencia liberadora en sus espectadores. Así que, bienvenidos sean siempre. Como dijo otro gran loco aventurero: “Yo me limité simplemente a realizar una ficción de lo que debía convertirse después en un hecho” Julio Verne.
Información del Autor: Mar G. Hortelano es licenciada en Filosofía y en Lingüística por la Universidad Autónoma de Madrid. Interesada por la relación entre la literatura y el cine, cursó los doctorados de Historia del Cine y de Géneros Literarios, respectivamente. Su pasión por la traducción y la cultura escandinava http://ardescandinavia.blogspot.com/ le ha llevado a especializarse en literaturas y cinematografías nórdicas colaborando actualmente con varios medios.
mari-pi-r dice
Justamente la estoy descargando ahora, espero que la pueda obtener ya que me queda una buena media hora pues las bajo gratis.
Un abrazo.
charo dice
Pues me parece interesante, miraré si la ponen por aquí ya que yo no descargo películas.Saludos
Manderly dice
A mi me ha gustado mucho!! Además no conocía nada de esta historia real.
Saludos.
Carolina dice
Creo que esta es una de esas peliculas que me va a quedar grabada por muchos años..
Saludos.
Rosa María dice
Hace muuuuchos años vi seriadas o documental al respecto y me quedaba enganchada al mismo. Tal como lo pones en tu reseña libera todo el aventurero que hay en uno. Saludos.
carlos Augusto Pereyra Martínez dice
LO importante de KOn tiki, es que pueda mantener la atención la atención del espectador, a pesar de ser una historia, que podría parecer anodina para el cine. Pero, es que mantiene la atención del espactador, con el viaje que emprenden desde el Perú a la Polinesia, los exploradores para de mostrar la teoría de que fueron los naturales peruanos, los que poblaron la Polinesia y no al revés Sin ser un trhiller, la expedición de KOn tiki, mantiene agarrado al espectador.
Los directores de esta película, Joachim Roenning y Espen Sandberg, contaron con un presupuesto de 16,2 millones de dólares para rodar el largometraje, el mayor destinado a una producción noruega hasta la fecha. Su trabajo en Kon-Tiki fue una magnífica carta de presentación para la pareja de cineastas, tan buena que actualmente se encuentran al frente de la nueva película de la saga Piratas del Caribe.
U(N abrazo. Carlos