(“Atrapado en el tiempo” en España,
“El día de la marmota” en Hispanoamérica)
(Dirigida por Harold Ramis – USA, 1993)
“El infeliz
concentrado en sí mismo,
viviendo perderá su humanismo,
y doblemente muriendo
quedará sufriendo,
volverá a la mísera tierra
de la que surgiera
sin oír llantos, ni alabanzas, ni cantos”
Sir Walter Scott
Estos son los versos que le inspira a Rita (Andie MacDowell) un engreído, pero finalmente encantador, Phill Connors (Bill Murray) cuando va a cubrir por cuarto año consecutivo, ese famoso 2 de febrero, el Día de la Marmota, en el pueblecito de Punxsutawney al oeste de Pennsylvania. Ella como productora y él como meteorólogo acuden a la cita anual junto a su cámara para retransmitir en el canal WPHBH 9 el mensaje de una mascota que predice cuánto va a durar el invierno.
“No me quedaría ni un segundo más de lo necesario en Punxsutawney” expresa Phill esa mañana antes de la retransmisión. Pero una misteriosa nevada cae durante la noche dejando atrapados a nuestros protagonistas en el lugar y a Phill, concretamente, en sus últimas 24 horas. Una y otra vez, una y otra vez, Phill revive y reinventa cada día hasta dejar despojado al personaje de todo su cinismo inicial.
“Es divertida pero no es mi estilo de diversión” había opinado de su nueva compañera cuando la vio por primera vez. Pero en esa repetitiva convivencia Phill cambiará de opinión, de sentimientos y de estrategia.
Rita en cambio lo tiene todo claro desde el principio: quiere una carrera, amor, matrimonio, hijos… Y cuando le pregunta cómo es su “tipo perfecto” (tomen nota los caballeros) responde:
“Es demasiado humilde para saber que es perfecto.
Listo, comprensivo, divertido, romántico, valiente.
Tiene un buen cuerpo pero no tiene que mirarse al espejo cada dos minutos.
Bueno, sensible, educado, y no se avergüenza si llora delante de mí.
Le gustan los animales, los niños, y cambiará las caquitas de los pañales.
Toca algún instrumento musical.
Y adora a su madre”.
A partir de esa confesión, Bill Murray comienza, posiblemente, la que será su mejor interpretación, dentro del film y con respecto a su carrera cinematográfica.
La película, que no fue demasiado exitosa en su momento, ha ido tomando con los años la pátina de la buena comedia, siendo este reconocimiento tan global que “El día de la marmota” se ha instalado definitivamente en nuestro imaginario y en nuestro vocabulario.
Así pues, si supiéramos que no hay futuro, que nuestros actos de hoy no tendrán consecuencias a la mañana siguiente, si nos dieran la oportunidad de revivir mil veces un día de nuestras vidas, ¿cuál elegirían ustedes?
Yo lo tengo claro. Disfruten de la película. Disfruten de su día.
PD: Feliz cumpleaños a su director Harold Ramis nacido un día como hoy, 21 de noviembre de 1944.
MAR GÓMEZ HORTELANO
Es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid. Siendo una apasionada en la relación entre literatura y cine, cursó los doctorados de Historia del Cine y de Literaturas Hispánicas y Géneros Literarios, respectivamente. Colabora desde 2006 en varios medios como crítica cinematográfica y literaria. Admiradora de la obra de Jorge Luis Borges reconoce su deuda con el maestro y confiesa que varios de sus proyectos de investigación nacen a partir de esas lecturas borgianas. Podemos encontrar algunos de estos textos en su blog CINERATURA http://margomezhortelano.blogspot.com/
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