Frozen

(Dirigida por Chris Buck & Jennifer Lee – USA 2013)

Todos los problemas tienen la misma raíz: el miedo, que desaparece

gracias al amor; pero el amor nos da miedo.

– Anónimo

Los expertos en el amor son unos trolls muy amigos de Kristoff, un joven vendedor de hielo en un pueblo que tiene una reina de la que nadie conoce cómo es, no se le ha visto nunca.  Estos trolls le enseñan al muchacho que una relación de pareja no se trata de cambiar a la otra persona, lo que se trata es de transformarse ambos por el mismo amor que se profesan. Todos somos imperfectos, así que eso no debe significar sentirnos mal o en timidez respecto a otra persona.  Un día Kristoff conoce a la princesa Anna, hermana de la reina Elsa, y esta le cuenta que se ennovió con un tipo la tarde-noche que se conocieron. Kristoff le dice que eso está mal ya que uno no debe meterse en una relación prácticamente con un desconocido. Anna le insiste que eso es el amor. Kristoff le dice que no, que sus amigos expertos en el amor dirían que eso es un arrebato romántico pasional. Así fue como se conocieron Kristoff y Anna ¿Podrá prenderse el fuego del amor entre ellos dos?

Frozen cuenta dos historias: La historia de amor de la princesa Anna y los traumas de la reina Elsa por causa de sus extraños poderes para poder congelar lo que quisiera. Lo mejor del filme es cuando los personajes buscan entender ¿Qué es un acto de amor? La respuesta obviamente no es darse un beso como inicialmente ellos piensan, un acto de amor va más allá de lo físico. La mejor definición, que la dan en el propio filme: El amor es poner las necesidades del otro antes que las tuyas.