(Dirigida por Francis Ford Coppola – USA 1990)
Han pasado más de 20 años desde que Michael Corleone (Al Pacino) cometió una serie de venganzas en nombre de proteger a su familia. En esta serie de actos criminales murió gente de su propia sangre y eso le provoca muchos remordimientos en su ser. Cada día vive atormentado con su pasado, a pesar de la tranquilidad con la que vive el presente. Tiene problemas familiares y personales como todo el mundo, pero ¿quién no los tiene?
Cuando parece que la paz va instalarse en la familia Corleone, la llegada de Vincent Mancini (Andy Garcia) altera todo. El muchacho, hijo bastardo del fallecido hermano mayor de Michael, es tan impulsivo como su padre y está dispuesto a ser el sucesor de su tío. ¿Qué ocurrirá?
La última parte de la saga de “El Padrino” es buenísima. ¿Por qué? Porque Al Pacino dice tantas verdades acerca de la vida que impresiona. Es un gran actor que a estas alturas, ya nadie puede discutir que se encuentra entre los más grandes de la historia del cine.
Rosa María dice
Realmente buena, tu análisis no tiene desperdicio. breve y bueno. Saludos.