(Dirigida por Stanley Kubrick – USA/UK 1964)
Cuando uno tiene el deseo y la idealización de poder filmar una cinta, una película, normalmente se topa con algunos defectos a los que, si se le añade agilidad y constancia, se superan. Y esto se aplica para cada uno de los que hayamos querido y filmado. Pero a algunos, entre los que no soy excepción, somos muy detallistas y llevamos una confusión inmensa encima. Y me siento muy halagado al tener esta virtud, nunca defecto, del detalle. Del detalle exacto, perfecto, onírico. Pero más que nada, me siento muy alagado al saber que comparto virtud, aquella virtud, con el Sr. Stanley Kubrick.
Y hoy voy a tratar la cinta Dr. Strangelove; Or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb. Volviendo al asunto con el que me abrí paso; lo onírico, y el detallismo.
Un escuadrón de B-52 es enviado a realizar un ataque nuclear sobre Rusia. El responsable es el General Jack Ripper, que se vuelve completamente loco y sospecha, y argumenta que los comunistas han comenzado silenciosamente una invasión, comenzando por contaminar los «fluidos vitales», cosa que le obsesiona. El Capitán de la Fuerza Aérea Británica Lionel Mandrake, que se encontraba en la base con el General Jack Ripper, comienza a espantarse de los razonamientos del General y a temer una catástrofe, e intenta por todos los medios obtener el código para anular el ataque. Pero la base es prontamente sitiada y, ante la inminencia de la rendición y del desastre que prevenía, Ripper se suicida. Mientras, en Washington, el presidente de los Estados Unidos, Mirkin Muffley, advierte a los rusos sobre el ataque imparable mientras lidia con sus generales, que ven en el incidente la oportunidad para lanzar un ataque demoledor sobre la Unión Soviética, cosa que genera una discusión en el salón de guerra con un miedo y una especulación central a una tal ‘’Maquina del día del Juicio Final’’.
Dirigida, producida y escrita (en conjunto) por Stanley Kubrick, este filme presenta grandes rasgos satíricos y de humor negro. Y aquí es donde se ve la mano de Kubrick en su totalidad; la trama, el guion, el color, la ambientación, la banda de sonido. Los personajes están bien plasmados.
La obra está basada en el libro Red Alert, el cual recomiendo en su totalidad, escrito por Peter George quien también escribió junto a Kubrick y Terry Southern, quien escribió los guiones de otras tantas genialidades como Easy Rider (69’) o Casino Royale (67’).
La fotografía presenta unos encuadres excéntricos, finos, memorables y elegantes. Claro está que aquella imagen del Mayor T.J. ‘King’ Kong sobrevolando por los aires y montando una bomba quien desataría una catástrofe, quien daría paso a la escena final. La escena final es, la que considero, la mejor escena final de toda la historia de la cinematografía estadounidense. E incluso haciendo un juego de contrastes con la banda sonora, quien cierra la cinta con ‘’We’ll Meet Again’’ de Vera Lynn.
Las actuaciones son increíbles, más que excelentes, y aquí es donde una vez más se ve lo onírico de la mano de Kubrick; el reparto actoral. El excentricismo de Peter Sellers se lleva todos los premios, es simplemente excepcional, y penosamente no recibe el reconocimiento que se merece a quien considero uno de los 5 o 10 mejores actores de la historia del cine. ¿Creen que exagero? No lo crean. Peter Sellers es simplemente asombroso, e incluso en Lolita ya había dado vestigios de lo que podía hacer. Un erudito de la actuación el Sr. Richard Henry Sellers, quien tiene toda mi admiración y quien además encarnaría 3 papeles más que esenciales en esta obra. Si, dije bien, ¡3 papeles!; Capitán Lionel Mandrake, Presidente Merkin Muffley y el estrafalario y hermoso Dr. Strangelove. Otras actuaciones más que memorables son la de George C. Scott (¡Que reparto actoral, por favor!) quien pocos años más tarde recibiría un Premio de la Academia por su papel en Patton, aunque mucho no le haya afectado ya que fue el primer personaje en rechazar un Oscar, exclamando que prefirió quedarse en su casa viendo un partido de Hockey. Otros personajes significantes en la historia son los interpretados por Sterling Hayden o Slim Pickens.
Esta obra no tiene el reconocimiento que merece. Y a pesar de que Kubrick y Sellers son santo de mi devoción, sigo creyendo aun que al estar en blanco y negro le jugó una mala pasada para aquel entonces cuando ya se presentaban cintas en color. ¿Pero qué importa?, Kubrick es tanto como Hitchcock, Hawks, Capra o Gance, los señores del séptimo arte. Y este filme es de lo más pulcro que se pueda encontrar ahí.
Información del Autor: Ash Lorenzen, cinéfilo, cineasta, crítico y autor. Idealista del cine en todas sus facetas, la escritura, la pintura y la música. Imperfecto, autodidacta, ambiguo y perfeccionista. Aficionado a las pinturas de Van Gogh y Monet, la literatura de Rimbaud y Casona, las cintas de Kubrick, y la atmósfera de The New York Dolls. Cursó seminarios de arte, pintura, actuación y literatura francesa. Su blog “She turns me on and all my violence is gone” reseña y aprecia obras relacionadas a la cinematografía y a sus autores. Produciendo e idealizando su próximo proyecto cinematográfico, y en proyecto de publicar su primer novela.
CHARO dice
Este tipo de películas donde hay violencia y política mezcladas no me agradan……..bueno tengo alguna excepción.Saludos
Antolín Martinez A. dice
Peter Sellers estuvo memorable, como siempre. La escena final ciertamente es, si no la mejor, una de las mejores escenas finales del cine americano. Gran película que, con mordaz humor, pone el dedo en la llaga en plena época de la Guerra Fría. Todo un Kubrick.
carlos augusto pereyra martínez dice
Kubrick es un genio del cine. EXcéntrico, hasta el punto de hacer un estudio propio en Londres, para filmar películas de la estatura de La naranja mecánica. UN genio, que bien se paseó por el cine psicológico: antes que erótica, su Lolita, es auscultadora del alma masculina, con este hombre maduro, rendido a los pies de la aún impúber muchachita que lo trastorna y lo mueve como una marioneta de teatro. Esta película la vi en blanco y negro, y luego vi la misma cinta a color. Kubrick, supo hacer de todo en el cine, pues también trabajó el que podría llamarse histórico, con Barry Lindon. Un genio, que también supo capturar a Tom Cruise, Nícoile Kidman, con Eyes… Un abrazo, David.
plared dice
Una película de humor marciano. Negro, verdaderamente negor donde su caricatura de un mundo militar y politico es demencial. Una diana total, ya que aparte de todos los valores cinematograficos que tiene, que son muchos. Es sumamente divertida y crea personajes que aunque exagerados hasta el delirio, son desgraciadamente muy reales….. Cuidate