(Dirigida por Diego Kaplan – Argentina 2012)
Diego (Adrián Suar) lleva una vida tranquila, sin sobresaltos. Sin embargo su esposa Emilia (Julieta Díaz) como que le empieza a cansar esa rutina diaria, ella lo que quiere es algo que la haga “revivir”. Unos amigos suyos parecen ser la respuesta que solicita mentalmente Emilia, se trata de Richard (Juan Minujín) y Betina (Carla Peterson). Estos dos últimos para tener un matrimonio “progre” andan metidos en practicar el intercambio de parejas y todo lo que conlleva. Les sugieren a Diego y Emilia que se metan a lo mismo y es más que prueben con ellos, por supuesto que Diego pone el grito en el cielo, en cambio Emilia parece estar alegre y con todas las ganas de probar esto nuevo. ¿Qué ocurrirá?
No es la primera vez que Suar borda una película con ese talento innato que tiene para la actuación. Clave de principio a fin para mantenernos pegados a nuestros asientos y querer saber que va ocurrir con este tipo moralista o clásico o como lo quieran llamar al personaje que interpreta en el filme.
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