Cuando los hermanos se encuentran (Rain man)

(Dirigida por Barry Levinson – USA 1988)

Charlie (Tom Cruise) se encuentra en el negocio de venta de autos, le va regular pero le podría ir mejor de no ser por su carácter: es un arrogante, gritón, solo piensa en sí mismo, no le gusta escuchar a la gente, anda a la defensiva, y como dice su novia Susanna (Valeria Golino) “no puede expresarse ni comprender sus propias emociones”.

Los problemas de Charlie empezaron cuando murió su mamá, tuvo a su padre para estar ahí con él, pero en vez de aprender de él, más estuvo concentrado en faltarle el respeto. De esos años de infancia Charlie solo recordaría a su amigo imaginario Rain man quien le cantaba canciones de los Beatles.

A la muerte de su padre, Charlie piensa que ha llegado el momento de heredar todo lo que le corresponde por ser el único hijo, sin embargo se entera que tiene un hermano que ha heredado todo el dinero (tres millones de dólares) y que  a él solo le corresponde el auto Buick y el rosal. Furioso indaga quien es ese otro hijo, descubre que se llama Raymond (Dustin Hoffman) y que es autista.

Conocer a Raymond, le cambia la vida al frío Charlie. De eso trata esta historia, del amor entre hermanos.

“Rain man” es un filme clásico, ochentero, de los que nos invitan a la reflexión, para hacer un análisis sobre el dejar de ser tan egoístas y pensar más en el prójimo. La actuación de Cruise y Hoffman es sensacional. Cruise le da un matiz de intensidad tremendo a su personaje, en tanto que Hoffman pone todos sus esfuerzos para interpretar con minuciosidad al personaje autista, a la postre este filme le valdría uno de los premios Oscar que ha obtenido a lo largo de su vida.