(Dirigida por Arcady Boytler – México 1935)
Los celos son, de todas las enfermedades del espíritu, aquella a la cual más cosas sirven de alimento y ninguna de remedio.
Michel Eyquem de Montaigne
El Dr. Armando Torrescano (Fernando Soler) realiza una operación riesgosa para salvarle la vida a una joven mujer con hemorragia interna, esta se llama Irene (Vilma Vidal) y ha sido recientemente abandonada por su novio.
La joven logra recuperarse y ahí está para apoyarla, para luchar con lo que significa vivir, el Dr. Armando. Al cabo de un tiempo ambos empiezan una relación amorosa donde cada uno entrega apasionadamente todo de sí, llegando a casarse.
El matrimonio en vez de ser motivo para consolidar esa felicidad y llenar ese soledad de la pareja, lo único que trae es celos por parte del doctor. Él empieza un proceso de autodestrucción progresiva, cada hombre que se acerca a su mujer, es motivo para que se ponga nervioso, que alucine cosas, en especial se hace ideas de que su asistente Federico (Arturo de Córdova) sostiene un affaire con su mujer. Comienza a odiar a todo el mundo, pero en especial a él mismo, se considera un enfermo.
La película de Boytler tiene un reparto estelar, encabezado por Fernando Soler (de una magistral actuación), su hermano Andrés Soler, la bella Vilma Vidal (inmensa en su papel) y unos jóvenes Arturo de Córdova y Emilio Fernández. El director de la película busca mostrarnos como un celoso percibe el mundo, prácticamente vive una tragedia. Soler conmueve con las escenas en que pone los ojos saltones, mira a la cámara, se despeina el cabello, camina como orate, espía a los demás. Gran película mexicana, ideal para la reflexión personal y colectiva.
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