Beetlejuice

(Dirigida por Tim Burton – USA 1988)

¿Es todavía posible innovar y llevar a cabo una revolución, una vanguardia artística? Yo a veces pienso que no, y dejando de lado mis ambiciones a futuro, puedo volver mi mente cientos de años atrás y encontrar a diversos artistas encabezando movimientos tan importantes como culturales y populares, como el simbolismo, el romanticismo, el renacimiento o, lleno a mediados del siglo pasado, a la cultura popular. Y si, parece señalarse claramente que en el pasado existieron personas capaces de formar una idea y llevarla a la cumbre del arte humano. Y a pesar de que hay gente talentosa y creativa, faltan innovadores, y falta creacionismo. Pero si, todavía existen pequeños vestigios de creatividad y originalidad por estos tiempos. Y en este texto voy a enfocarme en una de aquellas personalidades; Tim Burton, Beetlejuice.

Para ambientar, la trama principal trataría sobre Adam (Alec Baldwin) y Barbara (Geena Davis). Estos mueren en un accidente de coche poco tiempo después de estrenar su nueva casa. Los nuevos propietarios son Charles, la extravagante escultora Delia (Catherine O’Hara) y la hija de Charles (Winona Ryder). Lo que ellos no imaginan es que los fantasmas de Adam y Barbara están molestos con los nuevos propietarios, y, erróneamente, deciden pedir ayuda a Beetlejuice (Michael Keaton), un desagradable bioexorcista que utilizará sus poco recomendables métodos para echar a los vivos de la casa.

El personaje de Michael Keaton, Beetlejuice, es un icono popular tanto de los 80’s como de la actualidad misma, y más que nada sobre lo que representa el cine de Burton. Y es entendible porque. Es una cinta que presenta un cuadro surrealista, ya el hecho de el intercambio de palabras de un muerto/fantasma con un no-muerto y con los absurdos de sus comportamientos. Todo esto encuadra y remarca perfectamente el estilo cómico-extravagante de Burton, y lo que él quiso mostrar. E incluso, lo que él quiso mostrar fue solo una parte ya que el quedaría fascinado y tildado como el artista loco que puede crear cosas geniales de por sí y llevarlas aun mas allá, a la popularidad.

Eso es por el lado esotérico de la cinta, pero a la hora de hablar de la película en si se pueden resaltar algunas cosas en particular. La mano de Burton para la creación y elaboración del proyecto. La temprana música de Danny Elfman, siempre tan exacto y armonioso. La actuación expresiva de Keaton como Beetlejuice/Betelgeuse es digna y llena de espontaneidad, incluso siendo un papel tan difícil por el lenguaje y los movimientos que Burton marcaba para el personaje.

En sí, la película no contiene grandes rasgos fuera de lo ambiental, cosa que es de remarcar ampliamente. El ambiente, la escena ‘’burtoniana’’ es sensacional, y aquí se comienza a apreciar enormemente. Ah, y siempre es lindo ver al joven Jeffrey Jones con sus recurrentes papeles entre inocencia y corpulencia.

Si se quiere ver al real Tim Burton, al director de cine, que más que director de cine es un artista lleno de errores planeados y una extravagancia hermosa, se tiene que ver Beetlejuice.

Información del Autor: Ash Lorenzen, cinéfilo, cineasta, crítico y autor. Idealista del cine en todas sus facetas, la escritura, la pintura y la música. Imperfecto, autodidacta, ambiguo y perfeccionista. Aficionado a las pinturas de Van Gogh y Monet, la literatura de Rimbaud y Casona, las cintas de Kubrick, y la atmósfera de The New York Dolls. Cursó seminarios de arte, pintura, actuación y literatura francesa. Su blog “She turns me on and all my violence is gone” reseña y aprecia obras relacionadas a la cinematografía y a sus autores. Produciendo e idealizando su próximo proyecto cinematográfico, y en proyecto de publicar su primer novela.