(Dirigida por Tobias Lindholm – Dinamarca, 2015)
Comandante: Yo también tengo hijos.
Afgano: Tus hijos viven en un lugar seguro. A los míos los van a matar
El director Tobias Lindholm, profesional llegado de la publicidad, sorprendió con esta cinta al mundo siendo en su año candidata a los Oscars como Mejor Película de Habla no Inglesa. La historia nos traslada a la Guerra Civil Afgana en la que un grupo de soldados daneses (a los que suponemos parte de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad ISAF, un contingente de 39 países, entre ellos 26 miembros de la OTAN) participa en la contención talibán.
Cuando una escarba en la etimología de la palabra “talibán”, descubre que proviene del pashtún y que significa “estudiantes”. Se trata de un préstamo del árabe y una terminación indo-iraní. Cuando una piensa en la simbología de la palabra “talibán” desde nuestro juicio y prejuicio euro-occidental, descubre que la imagen que tenemos está muy lejos de un estudiante.
El novelista inglés Samuel Butler (1835-1902) escribió: “Basta el instante de un cerrar de ojos para hacer de un hombre pacífico un guerrero”. Siendo así, el espectador se encuentra ante un conflicto bélico (uno más) en el que toda decisión es interpretable, toda consecuencia es indeseable, pero de las mil lecturas, siempre, la más fácil es la antibelicista.
Sin embargo, la vida nos pone ante algunas encrucijadas en la que no parece que haya ninguna respuesta correcta y que la conciencia, sabemos, se levantará como una sombra en un futuro inmediato.
Por un lado, tenemos al comandante Pedersen (Pilou Asbæk). Junto a sus hombres le vemos en operaciones militares, desactivando minas, perdiendo a un muchacho de 21 años, ofreciendo comprensión, apoyo, calor, paciencia… cuando sus fuerzas flaquean y cuando el sinsentido cuestiona su labor allí.
Por otro lado, tenemos a su esposa María (Tuva Novotny). Junto a sus tres hijos le vemos en Dinamarca llevando como puede la ausencia de su marido: colegios, comidas, reuniones de padres, accidentes caseros… soledad…
Estos dos mundos tan dispares se encuentran solamente unidos por las conversaciones telefónicas que mantienen la pareja por la noche. Sólo faltan tres meses para su vuelta. Pero estos dos mundos chocan cuando al día siguiente, una familia afgana pide ayuda al contingente danés. Su hija pequeña tiene quemaduras en los brazos. Los soldados limpian y curan las heridas de la niña. Pero cuando el padre pretende pasar la noche en el campamento, el comandante no puede concederles el permiso y les promete que al día siguiente les protegerán.
Sin embargo, tenemos la impresión de que todo lo bueno del día, las buenas acciones, las buenas intenciones, es destruido por los talibanes durante la noche.
Como decíamos, las responsabilidades del comandante le obligan a tomar decisiones y la muerte acecha detrás de cualquier gesto, de cualquier duda, de cualquier improvisación, de cualquier movimiento.
Llama la atención poderosamente las dos imágenes de unos piececitos que asoman, primero por una manta afgana, y después, por una manta danesa.
Llama la atención las palabras, primero de un soldado: “nuestra responsabilidad es devolver a nuestros hombres de una pieza”; y finalmente las del abogado: “Si los soldados daneses, que son los que ponen sus vidas en riesgo, son los que son perseguidos por violación del código criminal militar basados en conjeturas, terminaremos llegando a un sitio que no queremos ir”.
En medio, un último diálogo, una última reflexión, quizá, un final abierto:
- Klaus: Me toca cargar con las consecuencias. No puedo mentir.
- María: ¿Tú, cargarás? ¿Te ayudará estar en la cárcel cuatro años? … Puede que mataras a 8 niños pero tienes 3 vivos en casa.
MAR GÓMEZ HORTELANO
Es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid. Siendo una apasionada en la relación entre literatura y cine, cursó los doctorados de Historia del Cine y de Literaturas Hispánicas y Géneros Literarios, respectivamente. Colabora desde 2006 en varios medios como crítica cinematográfica y literaria. Admiradora de la obra de Jorge Luis Borges reconoce su deuda con el maestro y confiesa que varios de sus proyectos de investigación nacen a partir de esas lecturas borgianas. Podemos encontrar algunos de estos textos en su blog CINERATURA http://margomezhortelano.blogspot.com/
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