(Dirigida por Jean Renoir – Francia 1938)
Un maquinista de tren, Lantier (Jean Gabin), pierde la cabeza por Séverine (Simone Simon), una sensual mujer que se encuentra casada con Roubaud (Fernand Ledoux), quien es Subjefe de la Estación. En esta encrucijada de locura, solo un hombre tiene cordura, Pecqueux (Julien Carette), fiel amigo de Lantier.
Magistral filme de Renoir con una media hora final de mucha intensidad. El drama de las pasiones humanas en su pico máximo es expuesto de manera contundente y para ello las actuaciones son sólidas. Me gustan mucho los diálogos que sostienen Carette con Gabin, son imperdibles.
Nota: 10/10
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