(Dirigida por Damián Szifrón, Argentina – 2014)
Vulnerables ante una realidad que súbitamente se altera y se torna impredecible. Una traición amorosa, el retorno del pasado, una tragedia, o incluso la violencia contenida en un detalle cotidiano, se presentan para impulsarlos al vértigo de perder los estribos, al innegable placer de perder del control.
– Extraído de la web de la película
La película nos presenta seis historias o relatos con problemáticas diferentes que no se interrelacionan entre sí. Sin embargo, tendrán algo en común. Los personajes frente a los hechos, fortuitos o premeditados, reaccionarán desde su lado más instintivo o salvaje, porque “todos podemos perder el control” (frase que colocan en el afiche principal de la película).
Todo se inicia con una anecdótica primera historia, que transcurre al interior de un avión, amigos en común, resentimiento y un aterrizaje forzoso (Darío Grandinetti). Posteriormente, somos sumergidos en las otras cinco historias, tal como la cotidianidad de una cafetería, el pasado regresa, venganza y un desenlace invasivo (Rita Cortese). De pronto, viajaremos en carretera, un auto, intolerancia, desenfreno y una terminación insospechada (Leonardo Sbaraglia). Luego, conoceremos una situación familiar, un estacionamiento, una grúa, burocracia, desinterés, indignación y una decisión explosiva (Ricardo Darín). De inmediato, somos testigos de un accidente trágico, evidencias, negociaciones, corrupción y arrebato justiciero (Oscar Martínez). Y para concluir, seremos partícipes de una boda, compromiso, traición, enfrentamiento y reacción impredecible (Erica Rivas).
El soporte de la película se encuentra en las historias y actuaciones. La musicalidad, conexión y juego de emociones se evidenciaron desde el principio, presentando los nombres de los actores asociados a la imagen de un animal, enlazándolo a la “esencia” de cada personaje (oveja, gorila, tigre, etc).
La película te lleva por diversas sensaciones, vas desde el asombro a la curiosidad, de la parsimonia a la ironía, del suspenso a la carcajada. ¿Hay razón? ¿excusa? ¿justificación?. Importa saber qué hay más allá, qué vendrá luego, esa necesidad de venganza o justicia que arremeten a cualquier sentido de protección, sobrevivencia o racionalidad.
Es una película extremada y deliciosamente intensa.
Información del Autor: Mildred Carnero es Licenciada en Trabajo Social con especialidad en Bienestar Laboral y Recursos Humanos en la prestigiosa Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima, Perú. Su pasión por el cine surgió desde temprana edad. Disfruta de ver, analizar y comentar sobre películas de todos los géneros cinematográficos, en especial de cine independiente, basada en hechos reales, intriga, comedia, otros.
charo dice
Por lo que escribes parece interesante.Saludos
Mildred Carnero dice
Si, es una película interesante 🙂
enletrasarte dice
el cine latinoamericano está teniendo sus mejores exponentes, creatividad, dirección, fotografía, protagonismo, etc.
no es una época de oro del cine, en mi humilde opinión, pero lo hecho desde México a Argentina, está a la altura de las exigencias del público de todo el orbe
saludos
Mildred dice
De acuerdo 🙂
Antolín Martinez A. dice
Habita en nuestra alma el animal racional, reflexivo, analítico, creativo. Pero cohabita con él su hermano irracional, iracundo, en permanente estado de alerta para sobrevivir. A veces uno le da el paso al otro. C’est la vie, como dicen los franceses.
Mildred dice
Interesante comentario 🙂
Anita dice
Parece muy interesante, no dejaremos de verla.
Mildred dice
Qué bueno!! 🙂