(Dirigida y escrita por Frank Darabont – Estados Unidos, 1994)
«La esperanza es una cosa buena, y las cosas buenas nunca mueren»
Por fin me decidí, y se dieron mis tiempos como para poder ver la película que siempre he querido ver y por alguna u otra razón nunca alcance a ver completamente, The Shawshank Redemption, de Frank Darabont. Escrita y dirigida por Darabont, y basada en su totalidad de una novela de Stephen King, la trama plasma una historia de las más ricas y bellas que he podido ver, y sin dudas, esperaba algo lindo de parte de la mano de Darabont, King, Freeman y Robbins, pero simplemente no fue así. Sentí como si una aplanadora de cientos y cientos de toneladas estuviera golpeando mis músculos y mis huesos, dejándome indefenso y totalmente sorprendido frente a una obra maestra de tal calidad, de tanta belleza, de tanto amor y de, sobre todo, tanta realidad, tanta fantasía.
Pero eso es adelantarme. En síntesis, y esto trata nomas de una síntesis fría y palpable, la historia describe el siguiente argumento; Un tribunal con jurado considera que el vicepresidente de un banco, Andy Dufresne (Tim Robbins), es culpable del asesinato de su esposa y del amante de ésta. A pesar de que insiste una y otra vez en su inocencia, los indicios son suficientes como para condenarle a dos cadenas perpetuas. A comienzos de 1947, el antiguo banquero es trasladado al establecimiento penitenciario de mala fama «Shawshank» en Maine, para pasar el resto de sus días. Al ser recibido por el director de la cárcel, Samuel Norton (Bob Gunton), éste no deja lugar a dudas en relación al régimen de terror que aquí impera, ni a la arbitrariedad con la que actúan los carceleros, que maltratan física y psicológicamente a los internos, como les place, especialmente el capitán Byron Hadley (Clancy Brown).
Una persona de la sensibilidad de Andy Dufresne, que otorga gran importancia a la literatura y sobre todo a la música clásica, no ha pasado nunca antes por el penal de Shawshank. Su modo de ser supone una provocación para los demás presos, quienes responden maltratándole con suma brutalidad. A largo plazo, sin embargo, surte efecto que Andy se mantenga fiel a sus principios, pues su sereno modo de ser atrae a varios de los presos, en particular a Red (Morgan Freeman), que ha pasado ya veinte años en el penal, acusado de asesinato. Red tiene fama de ser capaz de obtener cualquier tipo de cosas, por ejemplo consigue para Andy un martillo de geólogo y un póster, primero de Rita Hayworth, Marilyn Monroe después y posteriormente de Raquel Welch.
Con el paso del tiempo, Andy obtiene también la confianza del personal de vigilancia, a lo que contribuye una escena clave de la película: cuando Andy y otros presos son llevados a sellar el techo de una fábrica, el capitán Byron Hadley se queja de la carga fiscal que le supone una herencia de US$ 35,000 que ha recibido. Andy le ofrece su ayuda para hacer la declaración de impuestos; como contrapartida, sólo pide tres cervezas para sus compañeros. A partir de ese momento, cambia radicalmente la situación del antiguo banquero, especialmente cuando el director del establecimiento penitenciario hace de él su mano derecha para defraudar impuestos.
Su colaboración en el blanqueo de dinero supone, sin embargo, una espada de dos filos: por un lado, goza de la protección del director; pero, por otro, éste no está dispuesto a perder semejante ayuda. Es por esto que impide que se retome el proceso de Andy Dufresne cuando se presenta la oportunidad. Sin embargo, el ex banquero no pierde de vista su objetivo: escapar del penal de Shawshank y vivir tranquilamente en Zihuatanejo, México.
La cinta presenta un guión de una magistratura excelente, con grandes frases, todas hilarantes, cuerdas y tan absorbentes cómo es posible. Con delicadas metáforas sobre el encierro, la libertad y la esperanza, solo es posible describir todo esto con un gran aplauso. Para Darabont, para Robbins, para Freeman, King, y para cada actor, para cada sombra que haya aparecido tras cámaras. Es sencillamente una de las películas más hermosas que nos haya podido dar la cinematografía. Un filme con una categoría excelente, con una actuación más que soberbia, elegante, pasional. Es trabajo para resaltar la sangre de Robbins para la caracterización de Andy Dufresne. Como curiosidad, para este papel fueron tenidos en cuenta los actores Tom Cruise, Johnny Depp, Nicolas Cage, Charlie Sheen, Tom Hanks y Kevin Costner, y aquí es donde se ve cuan acertado estuvo Darabont en cada paso que dio en este filme. Aquí Robbins demostró estar un escalón por encima de cualquiera de los actores ya mencionados. Ninguno podría habérsele acercado siquiera a la modulación y personificación que sufrió y presento Robbins para interpretar a Dufresne. Ninguno. Para proseguir con los halagos, la dirección de arte es especial, tan característica de Darabont. Con planos tristes y melancólicos, sobre marcando lo solitario de las noches y la hermandad que surge en aquellos fríos pasillos de la penitenciaria Shawshank, como también el ambiente grisáceo y olvidado de sus tomas. Con escenas terriblemente tristes, y sumamente reflexivas y profundas como la que encarna Brooks, el anciano que se encargaba de la escasa y pobre biblioteca de la penitenciaria, que fue despojado de su lugar y arrojado brutalmente al mundo donde solamente era un anciano mas, según él. Y aquí es donde se puede apreciar el guion, en la solemne y nostálgica carta que escribe Brooks a sus amigos, a sus compañeros de Shawshank, resaltando este párrafo;
‘’Sometimes after work, I go to the park and feed the birds. I keep thinking Jake might just show up and say hello, but he never does. I hope wherever he is, he’s doin’ okay and makin’ new friends.’’
‘’A veces después de trabajar, voy al parquet y alimento a los pájaros. Suelo pensar que Jake podría aparecerse algún día a decirme –hola- pero él nunca lo hace. Solo espero que, donde sea que este, este bien y haciendo nuevos amigos. ’’
Quizás sea en vano y de mala manera explicar este párrafo, y también sea una falta de educación mía no dejar más que una frase totalmente ajena a quien lea esto y no haya visto todavía esta hermosa película, pero es inevitable no releer una y otra vez esas palabras y no sentir compasión, ternura y mucho dolor. Si usted, lector, no ha visto todavía esta obra, preste atención a esta parte porque es de una riqueza y una compasión inhumana.
De más está decir que según míticos críticos como Emmanuel Levy, Roger Ebert, grandes directores como Cristopher Nolan o Quentin Tarantino, clásicos actores como Marlon Brando o Kirk Douglas, o escritores de la talla del mismo King, es una de las mejores películas de la historia del cine. Lo mismo se puede corroborar en páginas webs como IMDB, que incluso, la considera la mejor de todos los tiempos por encima de piezas como The Godfather o Citizen Kane. En el ranking compuesto por el American Film Institute, la película ocupa el puesto número 71, un puesto pobre para la talla de película de la que hablamos.
Están de más las palabras, están más las acotaciones y las explicaciones. Las reseñas también, incluso las críticas carecen de importancia cuando uno se encuentra allí, en Shawshank. Gran película, excelente. Más que excelente. Difícilmente una película logre llegar más lejos conmigo que The Shawshank Redemption. Gracias King, Robbins, Darabont y Freeman, gracias por esta obra maestra, una pieza clásica y de un corazón enorme, inmenso. Algo tan hermoso que es indescriptible, imposible de discernir en palabras, y precisamente por eso, te hace palpitar el corazón.
Información del Autor: Ash Lorenzen, cinéfilo, cineasta, crítico y autor. Idealista del cine en todas sus facetas, la escritura, la pintura y la música. Imperfecto, autodidacta, ambiguo y perfeccionista. Aficionado a las pinturas de Van Gogh y Monet, la literatura de Rimbaud y Casona, las cintas de Kubrick, y la atmósfera de The New York Dolls. Cursó seminarios de arte, pintura, actuación y literatura francesa. Su blog “She turns me on and all my violence is gone” reseña y aprecia obras relacionadas a la cinematografía y a sus autores. Produciendo e idealizando su próximo proyecto cinematográfico, y en proyecto de publicar su primer novela.
Antolín Martinez A. dice
En efecto, es así de buena como ahí queda escrito. Es extraordinaria. Un canto a la vida, a la amistad, a la libertad, a la buena fe y a la buena voluntad. Un monumento de película.
Mercedes dice
A veces me da mucha rabia pasar por tu magnífico blog porque yo, que siempre me he considerado una apasionada amante del cine, me doy cuenta de que me he perdido verdaderas joyas del séptimo arte. Bueno, seamos optimistas y pensemos que nunca es tarde…
Enhorabuena por un post tan completo, tan profesional y con tanto sentimiento.
Un saludo.
carlos augusto Pereyra Martínez dice
Creo que es tan buena como Resplandor, la historia de este tipo condenado injustamente por la muerte de su esposa y su amante. Los diálogos y ese relación que se teje con el prisionero Red, entusiasman…y lo que viene después revela que es un buen guión y una buena dirección, para una película fundada en la novela del rey de suspenso: Sthepen King, que es un reto llevar al cine. UN abrazo. carlos
TeleTransportador dice
Deseo felicitar la crítica en este post sobre esta película… En lo personal la he visto cantidad de veces sin aburrirme… puedo decir que es de esas pocas películas que alimentan el espíritu… Sigo pensando que justamente hubiera ganado varios de los premios Oscar en el año en que fué evaluada, pero lamentablemente solo estuvo de paso entre las nominadas.
Saludos cordiales a todos.