Teniendo como fondo el cumpleaños 65 de Wim Wenders, el escritor alemán Gerhard Midding realizó un artículo para el Magazin Deustschland en su Edición 02/2012. A continuación un resumen para compartir con ustedes.
“65 razones para estar agradecido”
Wenders, el día de su cumpleaños, hizo un repaso de su trayectoria hasta el momento con una ironía no forzada y una firme seriedad. No obstante, lo hizo hablando de otros; personas que había encontrado a lo largo de su vida y que le habían marcado de alguna manera. Hizo reverencia a propietarios de cines desconocidos que le habían dado a conocer en provincias el cine del género americano y el cine artístico europeo. Le dio las gracias a Henri Langlois, el fundador de la cinematique francaise de París; a los directores y jurados de festivales que han supuesto grandes hitos en su carrera. A algunas personas les dio las gracias varias veces, por ejemplo, al escritor Peter Handke, que fue el primero ( y el único!) que compró un cuadro del joven pintor promesa Wim Wenders y que después se convertiría en su guionista más importante.
El director nació en Dusseldorf en 1945, su padre era médico y recibió una educación católica, llegando a plantearse el ingresar en el seminario para curas. En lugar de ello, empezó a estudiar Medicina, a lo que pronto se sumarían Filosofía y Sociología. En realidad lo que más hacía era pintar, así que se fue a París, donde quería aprender a dibujar. Sin embargo, cayó allí bajo el embrujo de los pequeños cines de barrio, en los que calcula que tan solo en 1965 debió de ver más de 1000 películas.
Orgullosa aportación de aportar
Wenders es en primera línea un gran admirador: de sus actores y técnicos, de quienes le han acompañado en su camino y de sus ídolos. Su mirada va más allá del cine y abarca todas las artes. Son sobretodo músicos a los que rinde pleitesía. Una de sus primeras películas está dedicada a John Coltrane; Chuck Berry y tiene una actuación especial en “Alicia en las ciudades”; con “Buena Vista Social Club” contribuyó a popularizar el son cubano en todo el mundo y con “Historia de Lisboa” dio a conocer en Alemania al grupo portugués Madredeus.
París, Texas
Wenders busca en estas imágenes pureza, una paradoja pristinidad. Estados Unidos es su destino anhelado tanto en sus películas como en la vida real. Los cuadros de Edward Hopper han dejado huellas evidentes en su cine. Sus películas están fascinadas por la sublimidad de los paisajes, sus amplios y despejados horizontes y los mares de luces de las ciudades. “París, Texas” es un puro homenaje a la resplandeciente luz del sol en los desiertos. Pero en esta película, EE.UU. ya no es la tierra prometida ni un reencontrado jardín del Edén. El director ha aprendido que la movilidad ilimitada no es exactamente lo mismo que la libertad. Conoce bien el país puesto que ha vivido en él durante dos largas temporadas.
Pina
Su película más reciente “Pina” es una prolongación de esa línea en su carrera y, al mismo tiempo, su cúspide. Es la documentación de una amistad, de una afinidad, que une a diferentes disciplinas artísticas. El análisis de la obra del a coreógrafa Pina Bausch parece haber recordado a Wenders que, para él, el cine es el arte del silencio y el movimiento en el espacio. Cuando empezaron a trabajar juntos, ninguno sabía que este trabajo se convertiría en un réquiem a la gran bailarina. Tras su repentina muerte, el director tuvo que llenar el vacío que dejaba. Y lo hizo lleno de consideración y respeto. El eslogan publicitario de “Pina” cita a su protagonista: “Bailad, bailad. Si no estamos perdidos”. El arte es un pertinaz elixir de la vida, interpone un recurso contra la muerte.
El innovador
Wenders está abierto a las innovaciones. “Alicia en las ciudades” es la primera película en la que se hace uso de la fotografía con Polaroid, en aquel entonces recién salida de fábrica. En “Hammett” experimenta con grabaciones electrónicas. “Buena Vista Social Club” es la primera película documental rodada por completo en digital. En “Pina”, Wenders se adentra ahora en el cine 3D con una curiosidad llena de fascinación y escepticismo.
Midding finaliza su artículo con unas palabras acerca de Wenders: “Siempre ha sabido sorprender con el hecho de seguir siendo fiel a sí mismo”. Toda la razón para él.
Filmografía:
2011 Pina (3D)
2008 Palermo Shooting
2005 Llamando a las puertas del cielo
2004 Tierra de abundancia
2000 The Million Dollar Hotel
1999 Buena Vista Social Club
1997 El final de la violencia
1995 Más allá de las nubes
1993 ¡Tan lejos, tan cerca!
1991 Hasta el fin del mundo
1987 Cielo sobre Berlín
1984 París, Texas
1982 El estado de las cosas
1977 El amigo americano
1974 Alicia en las ciudades
sergio italo agliano dice
Como fan del director alemán celebro la nota publicada.
Solamente faltaría agregar algunas pelis a su filmografía…
1970 – Verano en la ciudad
1971 – El miedo del arquero al tiro penal
1972 – La letra escarlata
1974 – Falso movimiento
1975 – En el curso del tiempo
1980 – Relámpago sobre el agua
1982 – El hombre de Chinatown (Hammett)
1985 – Tokio-Ga (Tokyo-Ga)
1994 – Historias de Lisboa
2003 – El alma de un hombre
Desde ya gracias y saludos.
RSA