Fue un domingo 10 de Julio del 2016 que la vi a mi madre leyendo muy atentamente una página del Diario. Me acerqué a ver, era la sección cultural, una entrevista que le hacían al escritor argentino Eduardo Sacheri. A un costado de la entrevista colocaban fotos de sus libros y una pequeña sinopsis de los mismos. Ella dijo: Regálame “Ser feliz era esto”. Observé la tapa, se veía un hombre y una niña sentados frente al mar. Sonreí no más. Lo resaltante de la nota era que Sacheri había ganado el Premio Alfaguara de novela por “La noche de la Usina” y además que él era el autor de “La pregunta de sus ojos” (libro en el que se basó la oscarizada película “El secreto de sus ojos”).
– Me gusta la gente rara – agrega Sofía.
Su papá pone cara de quedarse pensando, como si no quisiera contestar enseguida.
– ¿A vos no?
– Yo diría que me gusta la gente buena, Sofi. Si son raros o no son raros, medio que me da lo mismo.
El sábado 16 de Julio fui, por la tarde, a la Fil Lima. Mi idea era no solamente visitar la feria sino también asistir a los conversatorios. Luego de escuchar a la colombiana Margarita García Robayo fui a buscar un baño, en el camino lo vi, oh sorpresa, a Sacheri afuera de un auditorio. Luego de un rato regresé y las chicas que estaban afuera me invitaron a pasar, el escritor argentino estaba en un conversatorio acerca del fútbol y la literatura. Messi, la selección argentina, la selección peruana, Independiente, etc. Iba a terminar ese ir y venir de preguntas, respuestas cuando caí en la cuenta del libro que mi madre me había pedido le regalara. Noté un grupo que comenzó a realizar una cola para que les firmara autógrafo, algunos tenían “La noche de la Usina” o “El secreto de sus ojos”, nadie parecía tener “Ser feliz era esto”. Vi a la representante de Alfaguara, le pregunté dónde encontrar el libro. Me respondió: Dile a Eduardo ¿has visto que es un tipo muy afable? En mi mente dije: Es cierto (Muchos meses después, este año, notaría el increíble parecido del personaje de Lucas con él). Sacheri se acercó a la cola y nos indicó que mejor fuéramos a un lugar más cómodo como el Stand de Alfaguara. Eso hicimos. Yo estaba sin ningún libro de él en la mano y así hice mi cola. Al llegar donde él le dije: Mi madre quiere leer un libro suyo “Ser feliz era esto” pero no sé si lo vende. Bajo las cejas, pensó en microsegundos y respondió: acá tiene que haber. Alzó la mano, no sé qué dijo y al rato un muchacho de la editorial buscaba el libro. Había mucha gente comprando esa, ya, noche de sábado. Lo consiguió y luego hice otra cola para pagar. Vi que la cola de autógrafos ya estaba extinguida. Sacheri conversaba con un periodista, un escritor y la representante de la editorial andaba por ahí. Tras buen rato logré pagar. Sacheri escribió una dedicatoria a mi madre y me dijo: Espero que le guste. Me acordé que llevaba mi libro “Una mujer sin historia” conmigo y decidí obsequiárselo, él se puso pensativo y agregó: Dedícamelo David. Y así fue se lo dedique, habíamos invertido los papeles. Dedicatoria por dedicatoria.
Enero del 2017. Le digo a mi madre: ¿Qué tal el libro de Sacheri? Ella me responde: Muy bueno, tienes que leerlo. Me lo presta y empiezo ese proceso de adentrarme en el mundo de Sofía y Lucas. Ha muerto la mamá de Sofía, una niña de 14 años. Ahora ella debe enfrentar al mundo con toda esa fuerza que le ha transmitido su madre desde pequeña. Hay un detalle muy especial, antes de partir le ha revelado a Sofía que su padre es un tal Lucas que vive a un par de horas de ahí. Sofía decide ir en busca de él ¿qué tanto de bueno, o de malo, le puede hacer conocer a su padre y contarle lo que ha pasado en su vida?
A veces pasa así con la gente. De entrada es medio idiota pero después, cuando se tranquiliza, resulta que pueden ser buenas personas.
Sofía es un personaje con mucha fuerza que le da vida a la gris existencia de su padre. Es interesante leer los diálogos, acciones, pensamientos de Sofía, en lo personal me recuerda mucho a la mujer argentina que he conocido a través de mis lectoras en forma personal o en línea. Sacheri logra plasmar esa personalidad en las líneas de su novela.
Información del Autor: David Elías Cotos Espinoza (Lima, 1978). Estudió Economía en la UNALM. Ha formado parte de dos Antologías de cuentos en Argentina, una publicada el 2006 en Lanús y otra el 2015 en Buenos Aires. En Perú publicó un libro de cuentos titulado «Una mujer sin historia» bajo el sello de Editorial Casatomada. Desde el 2007 escribe una serie de blogs sobre cine, entre los que destaca “Cine para usar el Cerebro”, con el cual el 2012 gana en España el Premio Internacional a Mejor Blog de Cine y Televisión organizado por el Diario 20 minutos. Recibe también la Marca Perú (licencia de uso) por el Proyecto Observando Cine. Ha publicado siete libros en Amazon, convirtiéndose “El amor es como un pan con mantequilla” el de mayor suceso (Best Seller Abril 2013).
charo dice
me ha resultado interesante este libro, me lo anoto por si lo encuentro.Saludos
Rosa María dice
Una crónica entrañable por estar en ella el pedido de tu madre. No he leído el libro. Saludos.