(Dirigida por Jonatan Relayze – Perú 2015)
La noche limeña encierra tantos secretos como leyendas, olores como sabores. Hay lugares en los que la gente no duerme, solo juega. Ahí está Rosa (Liliana Trujillo), una mujer policía que sus escasos ingresos los deposita en los juegos de tragamonedas, su alma en el ron y su cuerpo en un callejón de mala muerte. Es una vida monótona e irresponsable de la cual sus compañeros de trabajo están hartos, a su hija también le fastidia cómo es su madre, sin embargo ella también es una pieza que no encaja en el rompecabezas de su propia vida. Dos hechos desencadenan una serie de eventos inesperados de los cuales Rosa intenta salvarse ¿lo logrará?
Recuerdo que viajaba en una combi hace unos veinte años y a la altura del trébol de Javier Prado subió la actriz Liliana Trujillo, la reconocí de inmediato. Se sentó a mi lado, yo me iba a la universidad. Lo concreto es que como buen curioso, observé que ella llevaba una especie de anillado en el cual habían unas líneas, ella aprovechaba el camino para repasarlas. Hoy que han pasado dos décadas veo a una Trujillo consolidada, muy segura de sí misma, transmite lo que busca el director para el personaje: soledad, tristeza, coraje y fe. Acierto de Relayze con esos constantes primero planos que le hace a ella.
Vayamos a Relayze, es una grata sorpresa encontrar un director peruano con una propuesta que destaca lo visual y lo emocional a la vez por cada escena. Por ejemplo: Rosa intenta almorzar pero no tiene las ganas necesarias, unos niños piden limosna en ese momento. El más grande le pide dinero a ella, quien opta por regalarle su comida y marcharse. Este niño comienza a comer con desesperación, llama a su hermano menor y de pronto rotan el cubierto, una y otra vez, las ganas de comer son tan inmediatas y necesarias que ni alcanzan a decirle gracias a Rosa. La escena impacta. Recuerdo a dos directores de cine en estos momentos: el italiano Vittorio De Sica, quien apostaba por el realismo en sus películas. Relayze opta por esto mismo, ese crudo realismo de mostrar a esa Lima calata que algunos evitan mostrar o escribir. Ejemplo: La escena de la hija de Rosa en un hotel, en el cuarto de al lado una pareja gime de tanto hacer el amor sin parar. El otro director que se me vino a la cabeza en la escena final de la película fue el alemán Fritz Lang, en específico una escena de ese magistral filme “Perversidad” en sus últimos 15 minutos de metraje.
Estos días son una buena opción para ver en el cine: “Rosa Chumbe”. Se las recomiendo.
Información del Autor: David Elías Cotos Espinoza (Lima, 1978). Estudió Economía en la UNALM. Ha formado parte de dos Antologías de cuentos en Argentina, una publicada el 2006 en Lanús y otra el 2015 en Buenos Aires. En Perú publicó un libro de cuentos titulado «Una mujer sin historia» bajo el sello de Editorial Casatomada. Desde el 2007 escribe una serie de blogs sobre cine, entre los que destaca “Cine para usar el Cerebro”, con el cual el 2012 gana en España el Premio Internacional a Mejor Blog de Cine y Televisión organizado por el Diario 20 minutos. Recibe también la Marca Perú (licencia de uso) por el Proyecto Observando Cine. Ha publicado siete libros en Amazon, convirtiéndose “El amor es como un pan con mantequilla” el de mayor suceso (Best Seller Abril 2013).
charo dice
No me va este tipo de películas.Saludos